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1. |
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Sombras que visten de negro
que acechan en la oscuridad
nubes que cubren los cielos
que yerran tu paso al caminar.
Flota por encima del silencio
que me acoge como un viento
que susurra al despertar.
Mi vida es como el río de la plata
en el que brillan sus arenas
pero difícil de navegar.
Y a dónde irán
a dónde van
a dónde irán
las aguas que no van a la mar.
Vuelan estrellas fugaces
como libélulas del porvenir
son palabras tan errantes
que ya no saben que quieren decir.
Los ojos del tiempo
nos ven desde lejos
como motas de polvo
que levitan al viento.
Son los ecos de un verso
simientes de un fruto al madurar
son remolinos de un mundo
que gira y gira sin parar.
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2. |
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El viento muge si sopla al despertar
El cielo se tiñe de sombra al caminar
Tu cuerpo se funde como hierro al calentar.
Y quién te va a desdecir
si al hablar, si al contar, si al soñar
sólo hablas de ti.
Es una vieja costumbre pendiente de resolver
un ajuste de cuentas del que nadie sabe el porqué.
Mira en ese fondo de aquél viejo cristal
cómo brillan tus ojos al saber que ya no estás.
No vayas a perderte después de tanto mirar
jugaste con la suerte y ya sabes de qué va.
Y quién lo va a descubrir
si al hablar, si al cantar, si al soñar
sólo hablas de ti.
Es una vieja costumbre pendiente de resolver
un ajuste de cuentas del que nadie sabe el porqué.
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3. |
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Parpadeas, rompiendo mis pupilas, quemando los colores,
comiéndote las flores, mordiendo mis entrañas,
la luz cegadora que entra por los huecos de
mi corazón.
Y si quieres que ya no viva a oscuras, asaltado por las dudas,
secuestrado por las dudas, temeroso y a la fuga,
tendrás que apartarme de ciertas posturas que son de
mi devoción.
Entra y viene, viene y va, sube y baja sin parar
se tiñe el cielo, rompe el mar,
se acercan tormentas que nos cambiarán.
Sigilosas, como saetas malignas,
tomando cien mil formas engañan las palabras
que hieren como espadas
y sangro de tristeza por entre los huecos de mi sinrazón.
Entre tinieblas, como un niño en el lodo,
temblando por el miedo, a causa del destello de mil rayos y truenos,
tendrás que acercarme a ciertas hogueras que alumbren
mi corazón.
Entra y viene, viene y va, sube y baja sin parar
se tiñe el cielo, rompe el mar,
se acercan tormentas que nos cambiarán.
se acercan tormentas que nos cambiarán,
que nos cambiarán, que nos cambiarán, q
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4. |
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Cómo voy a plantar flores en tu jardín
si al llegar la primavera
la tierra seca se quiebra
y los vientos se la llevan.
Sólo puedo imaginar otras flores al brotar.
De dónde puedo sacar
motivos por compartir
si el tiempo que ha de llegar
ni tú ni yo lo podremos vivir.
Sólo puedo imaginar otras flores al brotar.
Noches tiesas de soledad
nubes densas de frialdad
esa implacable condición
que anida en mi corazón.
Y en lo incierto de todo caminar
cruzo ríos, desiertos o bosques
vastas llanuras o cumbres sin escalar
hasta perdidos horizontes.
Sólo puedo imaginar otras flores al brotar.
Noches tiesas de soledad
nubes densas de frialdad
esa implacable condición
que anida en mi corazón.
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5. |
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Tumbado
a la sombra de un nogal
descarto
volverme a levantar.
Espero a que amanezca
y nutrido de soledad
prestar observancia
a un cometa interestelar.
Qué lejos queda Manhatan
y que cerca la eternidad
es sólo cuestión de gustos
jugar a doble o mitad.
Y sólo quiero distancia
tener otra oportunidad
tomarme un tiempo de pausa
para de nuevo comenzar.
Y volver, volver y volver
veinte años después.
Y toma un poco de ánimo
dame un tanto de paz
quiero que sea sencillo
y con total claridad.
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6. |
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Qué fácil es sortear
el camino que tiende a buscar
su rendición
en un pasado por borrar.
Y qué difícil es encontrar
el pulso a un corazón
que sigue sin marcar
el ritmo de su pasión.
Son huellas en el barro
un flujo de calor
tu piel que suda el brillo
de un cielo sin color.
Un rastro fugitivo
que vague alrededor
de un mundo tan perdido
como un sueño sin visión, sin visión.
Y aunque llegaras a entender
lo que el viento susurre a tu alrededor
no cambiarías de parecer
como el negro tinte del carbón.
Ay si pudiera de nuevo sentir
la llama del fuego en su crepitar
o volver a saltar las olas por ti
aunque fuera en bajamar.
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7. |
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Curo mis llagas y de soslayo
miro a mis espaldas.
Y ya sin miedo me voy entreteniendo
matando a mis fantasmas.
Me abandono a un tiempo
en el que el futuro ya no es el que fuera.
Busco palabras que llenen el hueco
que horadó mi quimera.
Ya todo pasó no queda ya nada
sólo me digo que no sé lo que me pasa.
Y mis recuerdos son tus labios en mi cuello
y las uñas en mi espalda.
Una sonrisa que baila y tatúa mi piel
para escribirme que.
Ya todo pasó no queda ya nada
sólo me digo que no sé lo que me pasa.
Fueron tus ojos los que hicieron que te amara
Era mi lengua y no mis versos la que siempre te buscaba.
Te borro en mis sueños pero sigo tus huellas
ya no me importa el camino ni siquiera a dónde me lleva.
Ya todo pasó no queda ya nada
sólo me digo que no sé lo que me pasa.
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8. |
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Ya tengo los ingredientes
ya me puedo publicitar
un mito delirante
para otra causa vulgar.
Y que romántica es la fuga
que útil la cautividad
sensaciones tan profundas
que suplanten tu libertad.
Estamos haciendo historia
le cuenta el zorro al chacal
yo me como a los blancos
y para ti todos los demás.
Voy sumando los éxitos
paso a paso sin doblegar
que importa si en el camino
tú te vas quedando detrás.
Miradas al frente
una ilusión por sentir
ya vivo en tus sueños
colgado de ti, de ti, de ti.
Ya sabes lo que se representa
en este circo de lo espectacular
todos quieren su espacio
para poderte controlar.
Pero fuera lo que fuese
mitología o casualidad
lo importante no es el nombre
sino romper esta continuidad.
Miradas al frente
una ilusión por sentir
ya no vivo en tus sueños
ni colgado de ti.
Miradas al frente
una ilusión por sentir
ya no vivo en tus sueños
ni colgado de ti, de ti, de ti.
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9. |
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Son doscientos cincuenta y tantos
los que deciden el rumbo
protegidos en el anonimato
mientras siembran hambre.
Expolian grano a grano,
sabotean libertad
y paso a paso escapan del pago
liquidando a quien pregunta.
Y quién les hace amigo el trabajo sucio.
Y quién les hace amigo el trabajo sucio.
Son también humanos
nobles de carne y hueso
damas y caballeros
titanes de muerte y fuego.
Doscientos, cincuenta,
cincuenta y tantos
Unos dioses, otros esclavos
en un equilibrio inestable.
Y quién les hace amigo el trabajo sucio.
Y quién les hace amigo el trabajo sucio.
Y quién les hace amigo el trabajo sucio.
Y quién les hace amigo el trabajo sucio.
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